Una mesa, pastas, vino, pan y los sifones a la vista. El festejo de un compromiso amoroso y político es el escenario de la mitología irreverente que estas dos partes bien disímiles de una familia argentina exponen en el desmontaje de su argentinidad y su ritual de mediodía. En un juego de opuestos, en el equilibrio de la grieta, un te amo te odio dame más busca intervenir ese lugar común mediante la afectación que provoca la poesía de la emoción simple. Un drama que acontece todos los días a la hora de almorzar y que por su actualidad colectiva nos compromete a encontrar, en cada puesta en escena cotidiana, la fragilidad identitaria del ser nacional para abrir pampa a todas sus posibilidades reales