Rodolfo Walsh nació hace ochenta años y hace cincuenta años escribió Operación Masacre, lo mataron hace treinta años y hace cuarenta años publicó su cuento «Los oficios terrestres«. El relato no pertenece al tomo del mismo nombre, que la editorial Jorge Álvarez editó en 1965, sino a la colección Un kilo de oro que ese mismo sello lanzó veinticuatro meses más tarde.
La narración da cuenta de una epopeya en miniatura, la que emprende el pequeño Dashwood, quien un buen día decide dejar los tachos de basura que lo doblan en tamaño, el internado católico para irlandeses pobres donde está confinado y, sobre todo, la humillación cotidiana. Dice que quiere arreglar cuentas con la turra de su madre pero el narrador, un par de Dashwood, nos permite entrever que no es así, que en verdad lo que el chico quiere es tentar el azar y la incertidumbre que allá afuera dan vida al mundo y a los hombres.