Todos estamos conectados. Lo que va vuelve, siempre. A veces no es inmediato, no lo notamos. Pero un día unimos todas esas “casualidades” que nos trajeron hasta acá y entendemos que estaban formando algo mucho más grande. Nada menos que nuestro destino. Como esos dibujos de unir los puntos, que no se entienden hasta que no se terminan.
“Giselle me ha hecho un gran honor al invitarme a escribir el prólogo a esta hermosa novela. Estoy segura, queridos lectores, de que sentirán tanto placer como yo al leerla”.
Luz Larenn