La privación de la bestia es más que una obra, es un experimento poético que indaga en lo humano reivindicando la libertad como imperativo, la historia como arena y la palabra como posibilidad viva, para determinar el potencial afectivo de proposiciones y discursos clausurados por su investidura de objetividad. Iulia Militaru atraviesa la autoridad científica con un estilo de escritura no-creativa para ofrecernos una poética no-representativa y rastrear los efectos de la introducción de elementos emocionales en un constructo racional dado. La potencia emotiva de definiciones objetivas sobre lo vivo y lo muerto, lo sano y lo enfermo, lo cuerdo y lo delirante que Militaru incorpora desde el discurso de la Medicina, y la de los testimonios históricos populares de la Rumania de Ceausescu que incluye en el texto a partir de una exhaustiva y detallada investigación de archivo, ponen a prueba su verdad en el contexto ficcional y en la emotividad de su lectura.
La vida en estado puro y la imposibilidad de nombrarla o definirla es evidencia de la violación que la modernidad ha hecho sobre lo otro, lo diferente y lo “irracional”. Este libro afirma la vida liberando a las palabras y a los hechos a su potencia natural y original mediante una operación literaria, y con un altruismo poético nos enfrenta con la otredad interrogando qué y quién es la bestia, gritándole a la ciencia que la libere y a la historia que diga dónde está. La privación de la bestia viene a decirnos que no hay clausura, y que en el quiebre, en la fractura de la interpretación, vive todo el dolor y el amor posible.