"Cuánta poesía son capaces de darnos las cotidianidades que habitamos, si acaso tenemos el coraje de mirarlas por debajo de la piel de concreto, que a veces asquea y otra veces abruma tanto. En La mancha, Manuela Saiz recorre rincones, algunos llenos de polvo, algunos llenos de mar y extrae con delicadeza el hilo poético que cose la memoria propia y la de quienes se atreven a narrar las verdades que les ha tocado habitar sin olvidar cuántas veces ha sido la belleza, anestesia para la memoria". Juan Solá, en el prólogo.