Separar el sexo y el género es un gesto eminentemente moderno, teorizar esa disociación lo es aún más.
Este libro es, de cierta forma, la historia de ese gesto. Nos lleva desde las grandes empresas de deconstrucción de la Modernidad de los años 1960-1980 hasta el triunfo contemporáneo de la teoría del género: de Sartre, Lacan, Deleuze, Barthes, Derrida o Foucault hasta Judith Butler.
Sin embargo, porque se trata de un objeto tan huidizo como valioso, el sexo de los Modernos es también un revelador. Lejos de ser simplemente común a los dos espacios intelectuales de Europa y los Estados Unidos, puede ser el testimonio de sus divisiones: disputas, equívocos, herencias desviadas y guerras silenciosas o confesadas.
Se trata aquí no solamente de esclarecer las doctrinas recientes, que la confusión de los tiempos trabaja para oscurecer, sino de explorar lo que se desplazó entre el continente europeo y el americano con el paso del siglo XX al XXI. ¿Transmisión o, al contrario, fractura? Ha llegado entonces el momento de interrogar la división del sexo y el género bajo el ángulo de su historia porque esa historia es la nuestra, y sin duda más que nunca.