El método Rousseau. Un dinamismo de los conceptos estudia la filosofía del autor ginebrino en su movilidad, su dinamismo y su antiesencialismo. Emilio Bernini plantea que ese movimiento lleva al filósofo a una toma de distancia permanente con respecto a las proposiciones de sus propios escritos (de filosofía política, literarios y autobiográficos). Se trata de una filosofía que no se establece definitivamente, que tiende a no fijarse y busca no concluir. Bernini indaga los modos en que los conceptos rousseaunianos se formulan en la dimensión de la escritura. Tanto por sus aspectos estructurales como genéricos y retóricos, el trabajo del concepto es indisociable de la instancia de la escritura, ya que en Rousseau la escritura misma se constituye como trabajo del pensamiento.
Este libro analiza la obra del filósofo en sus relaciones discursivas con la cultura clásica (la Querella de los Antiguos y los Modernos, Perrault, Fénelon, Lamy, Du Fresnoy, La Bruyère, La Rochefoucauld) y con la filosofía de la Ilustración (Condillac, Helvétius, Diderot, Montesquieu, D’Alembert) a los efectos de reponer una posición singular, sutilmente interior y exterior a las tradiciones recibidas. Esa posición define una filosofía perpetuamente polémica y deliberadamente inasimilable.