Mientras viaja hacia una playa desierta, G. se encuentra con una mujer que lo obliga a enfrentar las sombras del pasado familiar. Se obstina en escribir la historia de su padre y en esta apuesta pone al desnudo su obsesión por indagar los límites del dolor. Para G. resulta difícil conciliar vida y literatura. ‘Se escribe buscando una explicación. Y se encuentran sólo incógnitas.’ Con una estructura de tríptico y una admirable parquedad de lenguaje, Guillermo Saccomanno escribió un libro bello y despiadado, que es a la vez la narración de una historia y la imposibilidad de narrarla.
El buen dolor obtuvo el Premio Nacional de Literatura.