ARRIBISTA: Del francés arriviste/arriver, que durante siglos significó arribar, llegar. Se dice de la persona que llega a lo más alto por medios rápidos y sin escrúpulos. Sergio Massa vive desde su adolescencia obsesionado con la política. Ya como joven militante de la UCeDé de San Martín mostró una habilidad notoria para escalar posiciones de poder. Impredecible, cambiante y con un itinerario difícil de seguir, saltó al menemismo de la mano de sus padrinos Luis Barrionuevo y Graciela Camaño, y participó en la campaña de Palito Ortega con sus compañeros de generación: Rodríguez Larreta, Santilli y Capitanich. Duhalde lo llevó a la Anses y desde allí se reconvirtió en un funcionario clave del primer kirchnerismo. Con el objetivo de ser presidente a los 43 años, en 2013 rompió con Cristina Fernández, acusó a los militantes de La Cámpora de ser unos ñoquis y aseguró que los iba a meter presos. Después de derrotar en las urnas al Frente para la Victoria, parecía marchar directo a la presidencia con el estandarte de un peronismo de la ley y el orden. Pero los cálculos fallaron: perdió y decidió pactar con el presidente Macri para convertirse en pilar de la gobernabilidad amarilla y operar asociado a sus amigos de Comodoro Py que acorralaban a CFK. Cuando vio que Cambiemos iba camino al desastre, volvió a hacer su magia, tomó distancia y Macri lo inmortalizó con el apodo de Ventajita. Poco después, logró que Cristina lo recibiera otra vez a su lado y que La Cámpora se fascinara con su ironía permanente, sus relaciones con actores del poder estable y su capacidad de especular en segundos con mil escenarios posibles. ¿Hasta dónde llegarán las buenas artes de este arribista del poder que ambiciona como pocos ser algún día presidente? Massa es un animal político apasionante, astuto y oportunista a la vez, y está visto que no necesita ganar elecciones para alcanzar la cima. En esta magistral biografía política, Diego Genoud sin duda, uno de los periodistas que más sabe sobre él y que mejor conoce las escenas ocultas de la política reconstruye con detalles imperdibles todas las mutaciones de un personaje que encarna, tal vez como nadie, la dinámica del poder y los comportamientos de la casta en la Argentina.