Dejando atrás el seudónimo de Camilo Blajaquis, Cesar González nos presenta su segundo libro Crónica de una libertad condicional. Un repaso poético de cómo fue su proceso de "reinsertación en la sociedad", una sociedad en la que nunca estuvo insertado, como él mismo plantea. Nos hace recorrer, página tras página, la aventura de volver a la ciudad luego de varias temporadas tras las rejas. Nos cuenta, a través de poemas, como fue su vida desde que salió de la cárcel un caluroso día de enero del año 2010: el retorno a la villa, el adquirir consciencia de clase, la constante tentación del delito y la cocaína, el prejuicio cotidiano de la gente y la discriminación Paralelamente, brindaba cientos de entrevistas para medios de comunicación nacionales e internacionales. La suya es una poesía que nació en el basurero del mundo real, pero a pesar de eso se niega a caer en el pesimismo y reivindica la potencia spinozista que todos los seres humanos poseen. Al leerlo se escuchan gritos que pretenden despertar a una humanidad dormida y sin ganas de amar al prójimo, nos relata, en primera persona, su visión sobre la inseguridad, el miedo y la política; e indaga en conceptos como el acontecimiento, el ser, el pensamiento y el infinito. Atrás quedaron los balazos de la policía y la cárcel, donde este joven escritor y cineasta argentino proveniente de la Villa Carlos Gardel comenzó su carrera artística. Este libro viene a demostrarnos que César González está lejos de ser solo "un pibe chorro recuperado", o una mísera ola del momento, y que llegó para ser un mar, un esperanzador mar en movimiento.