Cada calle tiene una historia, cada historia una calle.
Este no es un libro tradicional, uno de esos que empiezan y terminan, que se leen linealmente, perfectamente como una novela o un volumen de cuentos, aunque podrías perfectamente abordarlo de manera ortodoxa y disfrutar de la lectura. Tampoco es un diccionario de las calles de Buenos Aires, una obra de referencia a la cual recurrir cuando queramos saber por qué una calle se llama como se llama; sin embargo, al final encontrarás un índice onomástico donde buena parte de las calles están ordenadas alfabéticamente para que puedas encontrarlas. Por último, tampoco es un volumen individual: se trata de una colección que está en proceso y que pretende ir tan lejos como pueda.
Calles. Para perderse y encontrarse en la historia argentina es una colección de misceláneas, curiosidades y datos ocultos que contiene varias formas de lectura en simultáneo. Por un lado, es una manera poco académica de leer nuestra historia a través de los nombres que forman el trazado urbano. Por otro, es la puerta de entrada para realizarse varias preguntas respecto de la elección de esos nombres: ¿Quién tiene más calles relacionadas, San Martín, Sarmiento o Colón? ¿Hay más unitarios o más federales? ¿Quiénes son los peronistas, radicales y socialistas? A través de las batallas intestinas y los conflictos basales de nuestra nación, podemos entender decisiones políticas, económicas y sociales que todavía hoy nos definen como sociedad. Por último, es una oportunidad para revelar algunas historias poco contadas, como la tragedia de los monjes palotinos durante la última dictadura militar, la novelesca vida de Eduardo Arolas o descubrir a personajes que han cambiado nuestra vida y ni siquiera lo sabemos, como el químico Miguel Faraday. De yapa, es un buen lugar para preguntarse por las calles que todavía nos faltan: ¿Diego Maradona estará en La Paternal o en La Boca?