Buenos Aires, 29 de mayo de 1970. Tienen veintipocos años. Se presentan a plena luz del día disfrazados de militares en la casa de Pedro Eugenio Aramburu. Uno de ellos, Fernando Abal Medina, le dice: “General, usted viene con nosotros”.
Aramburu no ofrece resistencia: cree que, en el Día del Ejército, lo buscan sus camaradas.
Tres días más tarde, en una quinta en Timote, provincia de Buenos Aires, esos jóvenes, constituidos en tribunal revolucionario, lo sentencian a muerte. Por el golpe de 1955 contra Juan Domingo Perón, por la prohibición del peronismo, por los fusilamientos de civiles y militares y por el robo del cadáver de Eva Perón.
Lo ejecutan y guardan su cuerpo: no lo entregarán hasta que aparezca el de Evita.
Así nace Montoneros, una organización de la que nadie había oído hablar, que pondría en jaque al poder cívico-militar de esos años.
María O’Donnell ahondó con una mirada nueva en este caso que aún despierta preguntas incómodas y visitó a Mario Firmenich en su exilio auto impuesto en Barcelona para hablar sobre el crimen del que nunca se arrepintió.
Una investigación apasionante que combina el vértigo de un thriller con el rigor histórico y aporta testimonios inéditos y reveladores.